El sol de los ciegos
La vida es un pozo en cuyo fondo yacen los sedimentos que un día nos habrán de responder a la Pregunta, esa interrogación que nace del fondo de nuestra vida espiritual. Digamos que un día existió Jacqueline, digamos que no ha muerto, o tal vez fue luz de estrella que había llegado a lo más oscuro de Alfredo, ojo blanco del ciego. Su poesía, aunque a veces dolida, nos ofrece instantes, sombra sangrada en el corazón del misterio. Sublimar el amor es una de las formas de ocultar las impurezas de la tierra, nos dice el poeta, pues tiene fe en que, en medio de la nieve, antes de que el...