Sanando la herida materna
Limpia el espejo de tu linaje femenino, cultiva tu verdadero ser. Las mujeres podemos tener futuros felices si sanamos nuestro pasado. ¿Has experimentado el síndrome de la impostora? ¿Te has sentido insuficiente? ¿Culpable por querer más? ¿Tienes vergüenza? ¿Crees que necesitas ser pequeña, estar callada y bien portada para ser amada? Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa, sufres de una herida que va más allá de tu madre, tu abuela, e incluso de tu familia. Es una lesión generacional del colectivo femenino. La buena noticia es que la puedes trabajar y curar a nivel...