Busco una millonaria
El apuesto Law y la rica heredera Ivonne Grod mantienen un noviazgo aparentemente idílico. Sin embargo, el dinero y la clase social no lo son todo... y Sofía Boyd aparecerá para confirmarlo. Inédito en ebook.
Biblioteca universal sobre Arte y Literatura Contemporánea
El apuesto Law y la rica heredera Ivonne Grod mantienen un noviazgo aparentemente idílico. Sin embargo, el dinero y la clase social no lo son todo... y Sofía Boyd aparecerá para confirmarlo. Inédito en ebook.
No creo en tu fidelidad: "La almohada sola. La cabeza de Rafa hacía una compañía enorme y su cuerpo y sus besos y caricias. Rafael resultaba demasiado posesivo. Pero a ella le gustaba que lo fuera. También le gustaba pensar en sí misma. ¡Quién iba a decirle que Kico Entrialgo iba a estar allí destinado de notario...! Había casualidades molestas. No por ella, claro. Por el pasado y por Kico mismo. Ella no tenía la culpa de nada. Es decir, sólo de haberse equivocado."
Amor y odio: "—Dori, lo siento. Mi resolución es firme. Me largo. —Oye, Sonia, oye, sé cuerda. Piensa que tus padres te mantienen aquí de buen grado, que estás estudiando, que te falta un año. Que sólo tienes veinte años y un amor más o menos... No, si yo me lo digo a mí misma todos los días. Doris, no te enamores. Y no me enamoro. Sonia ya lo sabía. Como sabía también que Dori era una estupenda amiga. Pero ella se iba y la dejaba y dejaba Nueva York y la carrera y todo. Para Dori aquello podría haber sido un amor intrascendente, pero para ella había sido trascendental."
Quiero tu amor: "—¿Y eso qué? —exclamó la dama, extrañada—. Recuerda que nuestro Julio ha sido y es un hijo de raza. Tiene la distinción en la sangre y en el cuerpo. Luis Villamil volvió a sonreír con cierta indiferencia. —Puede que sea eso —murmuró pensativo—. Pero hay algo en Angel que no tiene nuestro hijo, mi querida Zaida. —¿Y qué es ello? —Esa profundidad de pensamiento, esa voluntad de hierro, ese... temperamento admirable de los hombres luchadores que llegarán lejos."
Adam Douglas y Dorothy Walton estuvieron casados tan sólo nueve meses: tiempo suficiente para vivir su amor juvenil, traer al mundo un hijo y divorciarse. Ahora, cinco años después, Dorothy ha obtenido una plaza de médico en la ciudad de Douglas y el reencuentro se hace inevitable. El niño no conoce todavía a su padre ni tampoco a sus abuelos y son éstos quienes se animan a dar el primer paso. Adam, duro y orgulloso, siempre muy ocupado, mantiene las distancias y no oculta el desagrado que le causa la reaparición de Dorothy. Ella, en cambio, pese al divorcio y la incompatibilidad de...
La vida de una muchacha está pendiente de un hilo debido a un accidente automovilístico. Ella tiene un último deseo que es casarse con su actual novio con el que únicamente lleva saliendo una semana.
Adiós, Susana: "Ella estuvo a punto de colgarse de su cuello y pedirle a gritos qué no la olvidara, y que le pidiese que lo esperase toda la vida y toda la vida lo esperaría. Pero no hizo nada de eso. Con ademán automático asintió, moviendo apenas la cabeza. Juan se fijó en sus labios. Temblaban perceptiblemente. Los vio temblar muchas veces junto a los suyos. Era lo que más le fascinaba de ella. Aquella sensibilidad que casi se convertía en suave desmayo cuando la tenía en sus brazos. Desvió los ojos con presteza y huyó. Ya en el estribo del tren, aún dijo: —Adiós, Susana."
Déjame ayudarte en tus dudas: "Hubiera dado algo por poder retenerla, por decirle mil cosas agradables. Pero lo cierto es que no podía. Se le subía un nudo por la garganta, y era como si le sellaran la boca. Dejó algunas luces encendidas, y se fue al despacho a recoger algunos libros. Con ellos bajo el brazo, se encaminó hacia la escalera interior que le conducía a su apartamento. Al llegar a él, suspiró, contrariado. Debió decidirse, antes de que apareciera aquel novio. Claro que fue de sopetón. Cuando él se preparaba para decirle a Susan que la quería, que se casara con él,...
La familia de Katia Greenshaw, antes ilustre y adinerada, pasa por un momento financiero muy crítico. Por ello, la joven decide ponerse a trabajar como camarera en un night-club de los bajos fondos. Cambia su nombre y piensa que nadie la reconocerá, pero se encuentra con Paul Harris, un pérfido aunque atractivo hombre que descubrirá su situación e intentará aprovecharse de lo que sabe.
No quise tu orgullo: "«No puedo dejarte nada, Marie. Hice lo posible y lo imposible por mantener esto firme, seguro para ti. Se lo prometí a tu padre, mi hermano, cuando falleció en aquel accidente que dejó inútil a tu madre... Pero no pude, Marie. No te asustes cuando leas mi pobre testamento.» Fue horrible. No ya por lo que suponía la pobreza, sino por su madre paralítica y por todo lo que la ruina traía tras de sí..."
Inesperadamente: "Bing mantenía sus dudas. Zoe, a su entender, era digna de amor. Más, no por ello, aquellos hombres habían de amarla, desinteresadamente. Zoe Bianchi tenía mucho dinero, demasiado dinero para esperar sólo amor en la vida. ¿Y a él qué diablos le importaba que fuera más o menos querida? Era su amiga, su vecina, y cuando pasaba junto a su casa le sonreía suavemente y le decía buenos días o buenas tardes o buenas noches. Todo se reducía a eso. Él no podía pensar en una mujer como Zoe. No tenía dinero, vivía del producto de aquella pequeña granja, tenía dos...
No sabía que eras tú Dicen que el primer amor es el verdadero, aunque muchos no lo creen. Deborah sufría de amor, pero no un amor por su novio, o más bien, su compañero de vida, Robert, si no por su primer amor Darry...
Un doble para Patricia: "—Enamorarse así de un extranjero es impropio de una muchacha como tú. —Pero, tía Sara, si Juan no es extranjero. Ha nacido aquí y se marchó a Texas a los diez años. —Y ahora tiene treinta — gruñó Sara Palacios, sacudiendo sus enormes manazas —. Lo cual quiere decir que es un tejano de mala catadura. Patricia se impacientó. —Tía Sara, Juan es un muchacho excelente, ha venido a España en viaje de placer y al llegar a su pueblo natal me conoció, le gusté, se enamoró de mí y ahora quiere casarse y llevarme con él a Texas, lo cual me agrada."
El destino manda: "Mi querida Sibila: Ha transcurrido tanto tiempo desde que nos vimos por última vez, que quizá los días luminosos de tu vida feliz, las noches de luna en compañía del hombre que amas y las horas inconscientes que transcurren en el hogar tranquilo y dichoso te hayan hecho olvidar a la pobre enferma. Yo no te olvidé nunca. Me parece que aún te veo recostada sobre la blanca balaustrada de la terraza del balneario, con los ojos perdidos en aquel horizonte infinito y las manos caídas a lo largo del cuerpo. Parecías la imagen de la resignación y yo te envidiaba, porque...
Mi querida rebelde: "—Curioso en verdad. Fea, delgaducha, y con unos horribles zapatos bajos, pero... ¡diantre!, qué ojos más impasibles y qué boca más desdeñosa y qué... —Oye, oye... —Original. Un temperamento diferente, Javier. ¿Te fijaste en sus manos? Nunca vi manos más bonitas, y además bebe blanco y con sus uñas pela las gambas... Una chica que me gusta. —A pesar de que la llamaste fea. —Y lo es. Muy joven, sin duda....¡Camarero! —llamó súbitamente. —Dígame, señor. —Esa señorita que acaba de marchar me puso como una sopa con su maldito impermeable. Le...
Dexie Manson ha vivido siempre en Albany con sus tíos, que la adoptaron al morir sus padres. Ahora, terminados los estudios, quiere ganarse la vida por sí misma y decide trasladarse a Boston, al apartamento de su vieja amiga Melina. Ésta, rubia y despampanante, trabaja como modelo y desde hace tiempo sale con Carl. Un día, por pura casualidad, Dexie se encuentra con Carl a solas en el apartamento. Él queda deslumbrado y, pese a la belleza de Melina, no vacila en abandonarla y en empezar a acosar a Dexie.
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