Si pudiera pedir un deseo
Bárbara estaría muy contenta en la escuela y además se sentiría muy apreciada si tan solo hubiera un hada que pudiera ayudarla. Así cuando se le aparece de verdad un hada, con la emoción, Bárbara pide tres deseos equivocados. ¿Mala suerte? No, todo sucede al revés. Un libro de deseos, de amigos y de sentirse feliz.