Patio de locos
"El arte de narrar puede consistir en replegar las velas de la lógica y dar lugar al habla desquiciada. Cuando eso ocurre, el narrador se queda en un paréntesis y observa el poema que lo rodea como un paisaje que siempre estuvo ahí. El horizonte no está a la vista porque el patio solo mira al cielo. El narrador y el poeta tensan la lengua y disparan. En el paréntesis del patio habita tanta gente como en una sola cabeza: el loco astuto, el loco veterano, el loco anónimo, el loco rubio y el loco de la muleta rota. Del otro lado de la conciencia y las pastillas deambulan también el doctor ...