AL HILO DE LAS “IDENTIDADES ASESINAS” DE MAALOUF
La existencia de individuos en territorios comunes, con distintas influencias culturales es un hecho evidente e innegable, el quid de la cuestión estriba en la asimilación e interpretación que se haga de esta realidad. Esta convivencia ha tenido, y tiene, efectos positivos y negativos. La realidad multicultural es en sí misma enriquecedora, pero conlleva el riesgo de desgarros y extremismos.