Una juventud

Ahora, a punto de cumplir los treinta y cinco, Odile y Louis viven en un valle con abetos, un teleférico rojo y una estación de esquí en las montañas. Pero hace mucho tiempo, en su juventud, cuando estaban a punto de cumplir veinte años, vivían en París y en sus calles hicieron un aprendizaje vital no siempre fácil. París, el escenario modianesco por antonomasia –aunque hay también en estas páginas un viaje a Inglaterra–, adquiere en Una juventud un estatus de tercer protagonista: los bulevares, las cafeterías, las salas de fiesta, el metro elevado, los barrios periféricos,...

