Entre dos murallas

Queridos amigos roedores, seguidme en este extraordinario viaje en el tiempo... A bordo del Tiovivo del Mito, el nuevo invento de Fisgogenio Quesoso, llegaremos al Olimpo, la mítica morada de los dioses. Por desgracia, nuestra presencia no resultará muy grata y ¡los dioses harán de todo para librarse de nosotros! La única posibilidad de salvarnos será superar cuatro pruebas dificilísimas, elegidas precisamente por los habitantes del Olimpo. ¡Qué trepidante aventura!

Resumen(descripción del libro) La bruja principiante Hilda, después de graduarse de la Academia de Magia, llegó a la corte real para convertirse en asistente del mago de la corte. Pero sucedió lo inesperado: el viejo rey se enamoró de Hilda. Y decidió casarse con ella. Sin embargo, la joven encantadora no quería casarse y, para deshacerse del rey, le ofreció rejuvenecer. El rey estaba de acuerdo. Pero algo salió mal con el hechizo y el rey, en lugar de convertirse en un joven, se convirtió en un arrogante niño caprichoso. El mago de la corte y su asistente hicieron todo lo posible...

Relatos basados en fábulas budistas. El origen de las fábulas Jataka se remonta a la India en el momento del surgimiento del budismo (siglo VI a. C.). Los protagonistas suelen ser animales que en ocasiones representan a Buda en una encarnación previa a la humana. Se cree fueron la fuente de todas las fábulas que recorren Occidente. La Bestia Equilátera inicia su sello de literatura infantil y juvenil La Pequeña Bestia con un homenaje a esta tradición narrativa a través de la colección Jataka. El ciervo goloso, La liebre temerosa, El elefante y el perro y El toro Amable son las cuatro ...

Alicia era la niña más curiosa de Inglaterra. Le gustaban las adivinanzas, los gatos, las historias divertidas y los libros con dibujos. Pero los que no tenían dibujos, no. Y, como si lo hubiera hecho aposta, aquella tarde, su hermana, que era mayor que ella y creía que sabía muchas más cosas que Alicia, había decidido leer un libro gigante que estaba tan lleno de palabras que las letras tenían que encoger la barriga para no caerse de la página. Pero no tenía ni rastro de dibujos. —Madre mía, qué aburrimiento —susurró Alicia mientras bostezaba con la mano delante de la boca,...