Poemas de Mi Archivo: Con Una Alegoría Para Sebastián
Sinopsis del Libro
¿Por qué Poemas de mi archivo? Porque muchos de ellos se originaron hace tiempo y no habían madurado lo suficiente como para salir a la calle. Por ejemplo los Restos arqueológicos se refieren a poemas que escribí en o antes o alrededor del tiempo en que publiqué Arqueología, a finales de los años 90, que al momento de hacer la selección que iba a componer el libro, se quedaron fuera, por una razón u otra, pero que en mi opinión, no merecían quedar inéditos.Después de la publicación de mi próximo libro, 5,7,5 Colección de haiku, en el 2007, he seguido componiendo haiku casi a diario, porque encuentro que es un ejercicio fantástico para las neuronas, y porque su forma es un reto a mi sensibilidad artística y afirma mi filosofía de vida. Probablemente produzca otro libro de haiku pronto, pero por ahora les ofrezco el interludio gráfico que llamo Dar voz a las piedras y otros objetos inanimados. Este título merece una pequeña explicación. Con frecuencia, Bernice y yo nos tomamos unos días fuera del área metropolitana, solo para tener un respiro de la rutina, y casi invariablemente nos dirigimos al suroeste, a Boquerón, Cabo Rojo y La Parguera. Es nuestra área favorita de toda la isla.Nuestra playa preferida allí es la Playuela, también conocida como Playa Sucia y allí, lo mismo que en Buyé, casi siempre encuentro piedras o caracoles interesantes por su forma o su color o por ambas y -para consternación de mi esposa- me las llevo a casa, donde se juntan a una creciente colección. Esas piedras me hablan (de otra forma nunca las hubiera recogido), y me pareció que sería interesante compartir con ustedes lo que ellas y otros objetos relevantes, tienen que decir. Luego siguen a estas dos secciones la que llamo El huracán y la muerte con tres poemas que se originaron después del huracán María, y uno sobre el huracán Katrina, Blues para New Orleans y, por asociación, otros cuatro que tienen que ver con la muerte: La importancia de hacer las decisiones correctas mientras estamos vivos (Opciones), mantener la ecuanimidad ante lo inevitable (Se que vienes ...), el recuerdo de cosas efímeras (Tres presencias breves) y un sueño que tuve, que me parece estuvo influenciado quizás por alguna película de Kurosawa, donde se inmolaban ejércitos completos (Sitiados). La próxima sección, Lunas y lunáticos, evidencia mi pasión con la luna -¿no la tienen todos los poetas?- y todo lo que tenga que ver con sus fases y con la noche. Termino el libro con una nota optimista del triunfo de las fuerzas del bien sobre el mal, de la belleza sobre el ruido y la vulgaridad, algo que nos hace mucha falta en estos días. Este poema se originó en mis sueños como un relato casi íntegro. Casi no dormí esa noche y me levanté varias veces para transcribir frases y oraciones clave, que me permitirían al otro día hilar el poema completo. Nombré esta celebración de la batalla de los ciudadanos de la luz contra los bárbaros, como Alegoría. Justo después de escribir este poema, daríamos un viaje a Nueva York, para asistir al nacimiento de mi primer nieto, Sebastián, y se lo dediqué a él porque me pareció que sería un buen texto para leerle antes de ir a dormir, cuando pueda entenderlo. Para que sepa que todavía queda en este mundo, gente dispuesta a defender la justicia, la belleza y la razón.J. A. Peláez
Información del Libro
Número de páginas 96
Autor:
- José A. Peláez
Categoría:
Formatos Disponibles:
PDF, EPUB, MOBI
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