¿Te pasó algo parecido?

Cuando Kendra tomó la decisión de acercarse a Alekséi con artimañas era consciente de los riesgos que corría, ya que aquel hombre era despiadado y no conocía el perdón, y además era lo bastante poderoso como para hacerle pagar con creces cualquier error que cometiera. Un solo paso en falso y perdía la posibilidad de obtener la información que buscaba. Pasaron varios meses desde su primer encuentro cuando de repente todo da un vuelco tras una traición que pone a Kendra en peligro y revela todas sus mentiras. Llega el momento de pasar cuentas y Alekséi está dispuesto a destruirla....

La novela de una generación que cayó en todas las tentaciones que la libertad recién estrenada le puso por delante. Esta novela, que tuvo en la muerte su enemiga, investiga una cuestión literaria apasionante: quién escribe verdaderamente nuestra autobiografía, es decir, con cuánto de azar y cuánto de necesidad nuestro yo construye sus moradas. Ana Cervera, la protagónica de esta historia, nace a la novela con aquella frase escrita en blanco y negro: «Españoles, Franco ha muerto», que fue el pistoletazo de salida para toda una generación que creyó, ingenua, y bien caro pagaría...

Una joven es encontrada casi muerta cerca de Hospital de un en el que cientificos Desconocidos para la sociedad realizan todo tipo de experimentos. Deciden ayudar a la joven y en ella probar un producto nuevo que ayuda a la Regeneración de la piel, pero la joven elegida Entra en coma, y ​​después de una cirugia de urgencia Pará Reconstruir la cara de Alexia, ellos comprueban que la crema testeada es realmente perfecta, pero ellos NÃO imaginan el efecto colateral que puede ocurrir mientras la crema actua sobre la piel recién recontruída.

El camino por el que avanzaba era polvoriento y estaba alejado de la civilización. No era la primera vez que lo pisaba. A diferencia de los cuatro desconocidos con los que iba a reunirse en el claro que había un poco más adelante, Jorge sabía que aquello no sería ningún inocente juego esotérico. Guzco era real. Tan real como las historias que se contaban sobre él y su irrefrenable atracción por el miedo.