Las Ilusiones Perdidas III

Al día siguiente, Lucien hizo visar su pasaporte, se compró un bastón de acebo y tomó en la plaza de la rue d’Enfer una silla volante que, por diez sueldos, le dejó en Longjumeau. En la primera etapa, hizo noche en el establo de una granja a dos leguas de Arpajon. Cuando hubo llegado a Orleáns, se sentía ya muy fatigado, pero por tres francos un barquero le llevó hasta Tours y durante el trayecto únicamente gastó dos francos en la comida. De Tours a Poitiers, Lucien anduvo durante cinco días. Cuando hubo dejado bastante atrás Poitiers, no tenía en el bolsillo más que cien...