En el mar hay cocodrilos

Michelle Sanderson, una joven veterana de guerra, volvió al hostal de su familia, el Blackberry Island Inn, para reclamar su herencia y recuperarse de las secuelas de la guerra. Pero en lugar de eso se encontró que en el apartamento del propietario vivía Carly Williams. Las dos habían sido inseparables hasta que una traición había destruido su amistad, y ahora Carly estaba implicada en el desastre financiero que acechaba al negocio. Carly, madre soltera, había tenido que soportar demasiados rumores, secretos y mentiras, y ahora por fin estaba saliendo adelante en la vida. Sin embargo,...

Historia de una mujer cualquiera: Susana, experiencias de una mujer cualquiera, es la segunda obra de esta saga, en la que se narran historias reales sobre víctimas de violencia de género. La autora del libro, es inspectora de Policía Nacional, jefa de la U.F.A.M de la comisaria de Xirivella/Aldaia/Alaquás (Valencia). La acogida de su primer libro ha sido espectacular y a este se van a sumar más obras que relatan historias reales de mujeres, víctimas de violencia de género, con quienes ha tenido y continúa manteniendo contacto a nivel personal. La intención de la inspectora es la de...

El libro del que todo el mundo habla en Estados Unidos. Una novela sobre la falta de ganas de levantarse de la cama. «Puede que esta sea la mejor novela existencial escrita por un autor no francés.» Kirkus «Ottessa y Lacey son lo mejor de la última literatura norteamericana.» Rodrigo Fresán En Mi año de descanso y relajación, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilización, la del año 2000, dominada por la apatía. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un año en su piso de una de las zonas más exclusivas de...

«Enamorarte te hace sentir inmortal. ¿No quieres eso?» Se suponía que yo no debía estar en aquella azotea la noche de San Valentín. Tampoco Kellan Marchetti, el rarito oficial de la escuela. Nos conocimos cuando queríamos acabar con todo. De algún modo, nuestras tragedias se entrelazaron y forjaron un vínculo improbable. Decidimos no saltar y volver a vernos cada San Valentín. Mantuvimos la promesa durante tres años. Al cuarto, Kellan tomó una decisión y a mí me tocó lidiar con las consecuencias. Y justo cuando pensaba que nuestra historia había terminado, empezó otra. Dicen...