La Isla

Una Lisboa marginal que acoge un pequeño universo de personajes que giran en torno a su propia soledad y aislamiento. Un padre ingenuo - que cree que Gardel no murió en aquel accidente aéreo - y una tía empecinada acuden a un hospital para velar el estado de coma de un joven heroinómano. El estado de coma de un joven heroinómano y la urgencia en visitarlo de su tía y de su padre, un pobre diablo convencido de que Carlos Gardel no murió en un accidente de avión, son el punto de partida de esta extraordinaria novela que, a ritmo de milonga o de tango, desarrolla una fascinante visión...

Me llamo Brian Hatcher y lo quiero todo. Quiero el control del club de moteros que dirige mi padre, quiero ver enterrado al asesino de mi amigo David y, más que ninguna otra cosa, quiero a Lisa, la hermana de David. Quiero a Lisa detrás de mí en la moto, en mi cama y bajo el hechizo de mi frío ardiente. No me importa que Lisa recele del papel que jugaron los Tornados de Hierro en la muerte de David ni que su objetivo, largo tiempo acariciado, sea trabajar de fiscal. No dejaré que sus deseos se interpongan en mi camino. Al final, yo siempre consigo lo que quiero.

Amelia es una joven de clase alta que debe ingresar en un centro psiquiátrico. Ella esconde un secreto que ha provocado su desestabilización emocional. En el centro conoce el respeto, la dignidad y la comprensión, algo que no ha encontrado en el mundo de los cuerdos. Allí también vivirá una tierna historia de amor. El libro reflexiona sobre la condición humana de los pacientes con trastornos mentales y pone sobre la mesa los prejuicios que se tiene de estos seres humanos.

HAS BAILADO CON ELLOS DURANTE DÉCADAS, AHORA CONOCERÁS SU HISTORIA. Una apasionante novela sobre la gran saga familiar que fundó el Festival de Monegros, la discoteca Florida y las fiestas Elrow. UN SUEÑO. Fraga, siglo XIX. El joven Josep Satorres decide rebelarse contra su destino. Nunca le ha gustado el campo y siempre ha fantaseado con ganarse la vida haciendo bailar a la gente. Pero para cumplir este sueño, debe dejar atrás el polvoriento desierto de los Monegros y marcharse a Madrid, la gran capital llena de teatros, cafés, tabernas y espectáculos. Una ciudad que nunca duerme....