Alberto Acosta es un destacado economista, político y académico ecuatoriano, ampliamente reconocido por su compromiso con el desarrollo sostenible y la justicia social en América Latina. Nacido el 24 de julio de 1948 en la ciudad de Quito, Acosta ha tenido una carrera profesional marcada por su activismo y su dedicación al estudio de la economía y sus implicaciones en la sociedad.
Se graduó en Economía en la Universidad Central del Ecuador y más tarde obtuvo un Doctorado en Economía en la Universidad de Bonn, Alemania. Su formación académica le ha permitido contribuir significativamente al análisis crítico de las políticas económicas y a la búsqueda de alternativas para un desarrollo más equitativo en la región.
En la década de 1990, Acosta se unió a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde trabajó en diversas investigaciones relacionadas con el desarrollo económico y la pobreza. A través de su trabajo en la CEPAL, comenzó a forjar una reputación como un pensador independiente, promoviendo una visión de desarrollo que prioriza la inclusión social y el respeto por el medio ambiente.
A lo largo de su carrera, Alberto Acosta ha desempeñado diversos cargos políticos. En el año 2007, fue nombrado Ministro de Energía y Minas de Ecuador en el gobierno de Rafael Correa, donde tuvo una fuerte influencia en la implementación de políticas energéticas más sostenibles. En este tiempo, también fue un ferviente defensor de la propuesta de un “extractivismo responsable”, que buscaba equilibrar el desarrollo económico con la protección de los recursos naturales.
Uno de los logros más significativos de Acosta fue su participación en la redacción de la nueva Constitución de Ecuador, la cual fue aprobada en 2008. Esta constitución es conocida por su enfoque innovador en derechos ambientales y derechos de la naturaleza, un concepto pionero en el marco legal internacional. Acosta ha sido un ferviente defensor de la idea de que la naturaleza tiene derechos inherentes, y su trabajo ha sido fundamental en el avance de este concepto.
Alberto Acosta también ha sido un crítico de las políticas neoliberales y ha abogado por una mayor soberanía económica para los países latinoamericanos. A través de sus escritos y conferencias, ha expuesto sus ideas sobre la necesidad de repensar las estructuras económicas actuales en favor de modelos que prioricen el bienestar de las personas y la sostenibilidad ambiental.
Entre sus publicaciones más notables se encuentran "El Buen Vivir: una vía para el desarrollo" y "La maldición de los recursos naturales", donde aborda temas cruciales sobre el desarrollo y la economía ecuatoriana y latinoamericana. Su trabajo académico ha sido fundamental para inspirar a nuevas generaciones de intelectuales y activistas en la lucha por un futuro más justo y sostenible.
En la actualidad, Acosta continúa su labor como docente e investigador, participando activamente en foros nacionales e internacionales donde plantea la necesidad de cambios estructurales en la economía global. Su enfoque crítico y su compromiso con la justicia social lo han convertido en una figura respetada y admirada en el ámbito de la economía y la política en América Latina.
En resumen, Alberto Acosta es un pensador influyente cuyo trabajo ha dejado una huella profunda en la política y la economía de Ecuador y de la región. Su defensa apasionada de un modelo de desarrollo sostenible y justo resuena en las luchas contemporáneas por un mundo más equitativo.