Los chicos buenos no mueren en saunas

Una deliciosa novela sobre las relaciones y los soterrados choques de voluntad entre cuatro generaciones de mujeres. Kate ya ha pasado la barrera de los cincuenta años y es viuda desde hace poco. Su suegra Cecily la ayuda y entorpece a partes iguales, y debe extraer cada día fuerzas de la flaqueza y enfrentarse a debilidades nuevas e insospechadas. Pero cuando a su hija Joanna, una mujer fácilmente irritable, la abandona su esposo, Kate siente cómo se posan sobre ella las miradas de toda la familia. Es el peso de una responsabilidad que ya está cansada de cargar, y decide que ha llegado...

Por las páginas de esta novela –que componen un fresco de la vida cotidiana– asoman personajes como Fernando, Andrés, Cuevas y Víctor, los hombres que giran en torno a Aroa, una mujer en busca siempre de respuestas y acostumbrada a huir de las situaciones que no comprende: «Mi historia parece no tener un principio, y aunque comience des- de el final, enseguida me encuentro allí, en un lugar vacío de recuer- dos, en una zona en la que todavía no era nadie ni nada, en donde tal vez ya hubiera retazos de un Fernando desleal cerca o de un Víctor resentido o de un Andrés riguroso......

The Demon Dog gets down with a new book of scenes from Americas capital of kink: Los Angeles. Fourteen pieces, some fiction, some nonfiction, all true enough to be admissible as states evidence, and half of it in print for the first time. And every one of them bearing the James Ellroy brand of mayhem, machismo, and hollow-nose prose. Here are Mexican featherweights and unsolved-murder vics, crooked cops and a very clean D.A. Here is a profile of Hollywoods latest celebrity perp-walker, Robert Blake, and three new novellas featuring a demented detective with an obsession with a Hollywood...

Al terminar su formación en un hospital de Londres, el joven señor Harrison acepta un puesto de ayudante de médico rural en la pequeña ciudad −«yo lo llamaría pueblo»− de Duncombe. «Le parecerá a usted un dato estadístico curioso –le dice su mentor al llegar−, pero cinco de cada seis cabezas de familia de cierto rango en Duncombe son mujeres. Tenemos un gran número de viudas y solteronas ricas. A decir verdad, querido señor, creo que usted y yo somos casi los únicos caballeros.» Y, aunque el recién llegado se fija inmediatamente en Sophy, la hija del párroco, no...