Relatos no salvajes II

"Un pirata informático que se infiltra en el Vaticano. Una iglesia barroca, en Sevilla, que mata para defenderse. Tres pintorescos malvados que aspiran a mantener viva la copla española. Una bella aristócrata andaluza. Un apuesto sacerdote-agente especialista en asuntos sucios. Un banquero celoso y su secretario ludópata. Una septuagenaria que bebe Coca-cola. La tarjeta postal de una mujer muerta un siglo atrás. Y el misterioso legado del capitán Xaloc, último corsario español, desaparecido frente a las costas de Cuba en 1898."--

Una irresistible pasión entre opuestos. Cuando el diseñador de jardines Will Daynes y la estirada chica de ciudad Amanda Neave accedieron a intercambiar sus vidas para un programa de televisión, pronto descubrieron que eran como la noche y el día. Obviamente, ninguno se esperó la intensa atracción que surgió entre ellos, y Amanda no pudo resistirse a la tentación que para ella resultaba el guapísimo y solicitado soltero. ¿Pero ese ardiente idilio entre dos polos opuestos seguiría crepitando cuando Amanda se enterara de que estaba embarazada?

Ella rechazó su petición... pero ¿dejaría que él apagara la pasión? El rey Theodosius tenía que casarse para conservar el trono, pero su carta para pedírselo, muy poco romántica, dejó fría a la princesa Moriana. Entonces, Theo decidió hacerle una oferta que no podría rechazar: si se planteaba ser su esposa, él iniciaría a su inocente reina en los placeres de lecho conyugal...

Tras su primera obra de corte biográfico Los pañuelos rojos (Eride Ediciones, Madrid, 2012) presentada, con buena acogida por parte del público, en la Feria del Libro de San Jorge, en Zaragoza en ese mismo año, el autor se adentra con esta, su segunda novela, en el género de ficción. El Convento es una pieza clásica de suspense, que cautivará al lector desde su comienzo. La sencillez y cercanía, tanto de la trama, como de los escenarios cotidianos en los que se desarrollan las diferentes historias que van tejiendo el hilo argumental, hacen que los que se asoman a sus páginas sientan ...