Letras de una luna trapecista

Escribir es desnudarse delante de un espejo. Pero no delante de un espejo cualquiera, sino de uno tan potente y sincero que consigue que puedas verte por dentro. Que puedas sentir tus defectos y acariciar tus virtudes. Conocer tus miedos y valorar tus anhelos. Un espejo especial que no te devuelve una imagen, sino que te devuelve a tu propio yo. El real, el de verdad, el que no se esconde detrás de artificios. Ese yo más íntimo que reside dentro de ti, aunque a veces no lo encuentres. El que te ayuda en los malos momentos, el que te enciende la luz al final del pasillo, el que te abraza...