El pecado de Abel

Cada dia alguien morira, a menos que consigas detenerme. Un juego demencial. Las doce de cada noche marcara el comienzo de un nuevo turno, y con el otra vida estara en tus manos. Un adversario formidable. El objetivo del juego? Encontrarla. Cada nueva victima me acercara mas a tu querida Clara? Podras detenerme antes de que llegue su turno? Solo Alex conoce su existencia. No se lo contaras a nadie. Ni a tus amigos, ni a la policia. Ya me he encargado de que no puedas hacerlo. No digas nada... Alex se convertira en el principal sospechoso de los crimenes, viendose obligado a huir y ocultarse...

La historia del ascenso de Modesta, de pobre campesina a la aristocracia europea, recorre el siglo XX. Érase una vez una niña que nació el 1 de enero de 1900 en una casa pobre y en una tierra aún más pobre. Se llamaba Modesta y era siciliana, pero desde el principio su cuerpo y su mente reclamaron para ella una vida más allá de los confines de su aldea y de su condición de mujer ignorante. Cuando aún era una chiquilla, Modesta fue enviada a un convento y de allí al palacio de unos nobles, donde su enorme talento y su inteligencia maquiavélica le permitieron controlar la economía...

"The land that resonates" is the story of three generations of women, essential elements of an attractive rural atmosphere despite its poverty , which scrape the margins of international turmoil , political instability, foreign intervention, causes of extreme disorganization of their existences. Simone Francilia, Charity, authentic Haitian farmers, cultivating the land, caring for their children, not to mention their men shoulder to honor their dead and their gods. Guarantee of a subsistence economy in decline due to the gradual exodus, they struggle in a climate of economic exploitation,...

Tú eres para mí: "Maud y Sandra Marshall entraron en el comedor particular, situado junto a la cocina, y mientras Maud asomaba la cabeza por la puerta, Sandra dejándose caer ante la mesa. Maud vestía un pijama negro y una bata oscura. Su cabello era rubio y lo llevaba enroscado en unos moñitos ridículos. Tenía veintidós años y unos ojos azules, sin expresión definida... Su hermana Sandra vestía también pijama, de un color verde chillón, y una bata amarilla. Sandra contaría a lo sumo veinticuatro años y sus ojos eran de un azul gris y de fría expresión. No eran bellas, pero...