Guia sencilla para tener un bebe [The Simple Guide to Having a Baby]

NO HAY OTRO LUGAR COMO EL HOGAR Tanto si ama usted a sus parientes como si les odia, ellos son capaces realmente de hacerle saltar. Las vacaciones, fiestas y reuniones acostumbran a ser estresantes, incluso dolorosas. Pero no tiene porque ser así. Los doctores Rick Kirschner y Rick Brinkman, los autores de Cómo tratar con gente a la que no puede soportar, le presentan su consejo y buen humor para que lo utilice en el tema de las relaciones familiares. Pueden ayudarle a mejorar sus relaciones con cualquier pariente, por muy malas que hayan sido las cosas en el pasado. ¿Hay algunos de estos...

La mujer, sello de la creación, de Rey F. Matos, es un libro con el fin de restaurar la imagen de la mujer conforme a las Escrituras. Usted sabrá claramente el propósito de Dios de crear a la mujer y entenderá el lugar especial que ocupa ésta en la creación. Además de Matos abrir y dejar al descubierto su corazón, da testimonio de la sanidad y restauración que Dios obró tanto en su vida como en su matrimonio. Esta extraordinaria revelación bíblica aborda todas las ideas equivocadas que la cultura y la tradición han creado acerca de la mujer en todo el mundo. Comprenderá por qué ...

Pon en práctica el Baby-Led Weaning y prepara menús para toda la semana. Esta guía que tienes en tus manos te va a hacer la vida más fácil: si la pones en práctica, tu bebé comerá de todo, de forma sana y saludable, y tú ahorrarás tiempo y dinero. Para empezar, conocerás qué es el Baby-Led Weaning, por qué es bueno para tu hijo y cuándo y cómo debes introducirlo. Podrás después pasar a la práctica siguiendo las sencillas recetas que incorpora el libro, tanto para el momento del desayuno y merienda, como para la comida y la cena. Si, además, quieres planificar las comidas,...

[…] Martí, para escribir La Edad de Oro, ha dejado de ser río y se ha hecho lago, terso, transparente, limpio. Lo diré en una frase: se ha hecho niño... un niño que sabe lo que saben los sabios, pero que habla como los niños. […] Y no parece que escribe para los muchachos, como si temiera que los muchachos no supiesen leer aún. Parece que se los sube a las rodillas y que allí les habla. Los instruye, los educa, y para que no se vayan, para que estén contentos les da los mil juguetes primorosos que él sabe hacer con su palabra. Se olvida de que ha vivido; deja que el arrapiezo se ...