Una propuesta de sistema organizativo para la gestión económico financiera universitaria en Cuba

LEER UN FRAGMENTOBajo la mirada cómplice de la Luna, «las damas de la noche» abandonan sus fríos sepulcros, sus estériles aposentos de la nada y su cuerpo incorrupto, mortalmente bello y subyugante, se yergue en la Vida y se instala de nuevo en la Naturaleza... «La mujer Vampiro» subsiste gracias a la fuerza de los que todavía no han muerto, una fuerza que absorbe a través de su sangre, pues la sangre es vida. Debe chupar el aliento de aquellos que viven o no podrá respirar. Debe beber su sangre o morirá de hambre... Vaga en la noche, alimentándose incesantemente de los vivos,...

Inglaterra, 1046. Un día, cuando Caedmon y su hermano, los hijos del dueño de las tierras de Helmsby, salen a cazar y son atacados por unos piratas daneses, la grave herida que recibe Caedmon en una rodilla lo convierte en un lisiado; su padre decide enviarlo a Normandía para que reciba una estricta educación militar. Allí conoce a la joven Aliesa, la prometida de su mejor amiga, y se enamora de ella. Dos años más tarde, Caedmon vuelve a Inglaterra con el ejército invasor de Guillermo el Conquistador y se convierte en el traductor del rey y en el mediador entre normandos e ingleses.

El cuerpo natural del rey goza de atributos físicos; también sufre y muere, como todos los seres humanos. Pero el otro cuerpo del rey, el cuerpo espiritual, trasciende lo meramente terreno para simbolizar la majestad y el derecho divino a gobernar. La idea de los dos cuerpos dio continuidad a la monarquía, incluso tras la muerte del monarca, como bien resume la máxima «El rey ha muerto. ¡Viva el rey!». Al contraponer obras litúrgicas con imágenes, así como material controvertido, Los dos cuerpos del rey explora el largo pasado cristiano oculto tras esta «teología política»....

Nueva y definitiva edición, minuciosamente revisada y abreviada por el escritor hispano-argentino, uno de los puntales del género en nuestros días. «Prueba la solidez de Neuman en el arte difícil del cuento», Ángel Basanta.