PNL: Programación neurolingüística

Insults are a part of our everyday lives. But, why do we insult one another? Why do they hurt the recipient? How can we overcome the tendency to offend others? This book is a comprehensive research on a phenomenon whose importance is greater than we realize. The author shows the role that insults play in relationships and social dynamics. He exposes how, over time, culture has faced this form of aggression by codes of politeness and prohibitions. The book also includes the mechanisms by which it is possible to face these insults and keep them from causing pain.

¿Qué tiene de extraño que sienta pesadumbre cuando me pesan las cargas de la vida, que sienta pena cuando me afligen las penalidades, que me sienta atribulado cuando me oprimen las tribulaciones, que me sienta abatido cuando se abaten sobre mí como una tormenta los avatares de la vida y hasta me hunden, que me sienta triste, dolorido y bañado en lágrimas cuando he perdido a una persona querida o ha fracasado el proyecto en el que había puesto todas mis ilusiones, que no tenga ganas de hacer nada y me paralice cuando no tengo esperanzas de que el moverme sirva de algo? ¡No tiene nada...

La originalidad de este libro radica en haber puesto foco en una problemática que condenaba a muchos sujetos a ser catalogados como inanalizables por no cumplir con lo que se consideraba “esperable” en tanto demanda de análisis de un neurótico y tampoco enmarcarse en lo clásicamente descripto para la psicosis. Lo planteado en estas páginas permite superar algunos estereotipos que dificultan la escucha y el tratamiento de determinadas presentaciones que requieren de un abordaje particular. Solo contando con una teorización que lo sustente, puede el analista habilitarse a pensar que...

Los seres humanos, igual que otras especies, fuimos creados para estar acompañados, y, la mayoría anhela tener una pareja. Andamos detrás del amor, sin embargo, cuando ya lo alcanzamos lo alejamos por innumerables razones, entre ellas el engañar, o ser engañados. ¿Sera que seguimos buscándolo, y por eso nos entregamos a diferentes cuerpos en el camino? !OH sexo bendito, divina tentación! a tu encuentro voy... Doris Ponciano