Zigzag entre naranjos amargos

Victoria Abster es una chica normal, como todo el mundo. Lo que no sabe ella es de lo que va a formar parte. Todas las cosas que cree que no existen en la vida real, comienzan a existir de repente. De pronto, se convierte en una esclava de sus propias emociones, algo que ella juraría que no existe. Su vida da un giro inesperado, encuentra la verdadera amistad, siente en su piel lo que es el verdadero odio.

Jana está enferma y no puede salir de casa. Recibe los cuidados de su anciana tía y la visita de don Severino, el médico algo despistado al que siempre le acompaña su loro. Un día, la niña recibe un paquete de su hermano Raúl, al que hace mucho tiempo que no ve. Es un libro con el título grabado en letras doradas, que le descubrirá una hermosa historia y unos extraños signos que la llevarán al desván y a otro misterioso libro.

En estos tiempos mutantes de incontinencia de memes, de búsqueda de la sabiduría en Google, de filtros para fotos de perfil, de una aplicación para cada momento de la vida, de deconstrucciones y empoderamientos... ¿Dónde queda el espacio para reírnos de todo eso? Alejandra Lunik parece que le encontró la vuelta: esta selección de sus mejores viñetas publicadas en La Nación nos revela un costado sincero y brutal de la realidad, ese que se oculta en los placeres culposos, en una mañana de resaca, en una noche de insomnio, helado y stalkeo.

El ayuntamiento está pensando en expropiar los pequeños huertos cercanos al bosque. Y allí es donde vive Precioso, el inteligente perro que forma parte de la agencia de detectives Charly & Company.