El pirata Gorgo

Un ternero bonito proporciona el fondo – literalmente – para este cuento encantador. Con cada doblada de pàgina, el animal joven se transforme imaginativamente para reflejar un cambio de las cuatro temporadas: nieve derritiendose, semillas brotando, la cosecha, regresando a la nieve derritiendose de nuevo, y revelando que el ternero ha crecido. El cuento sigue el ciclo de las temporadas de una primavera a la proxima, y su texto fluido y minimo – en combinacion con las ilustraciones vigorosos – trasmite vividamente los temas subyacentes de la renovación y el crecimiento. Los colores...

La hermana de Lobo Feroz está muy preocupada porque su hijo no es feroz, es buenísimo. Feroz la tranquiliza y le dice que lo mande a su casa, que él se va a encargar de convertirlo en un verdadero lobo feroz. Lobito visita a su tío e intenta hacer lo que él le pide, aullar fieramente, cazar conejitos, asustar a Caperucita, comerse a la abuelita..., pero siempre lo estropea: se sienta a comer una ensalada con los conejitos, se hace amigo de Caperucita y toma el té con la abuelita. El colmo será cuando prepare un pastel de zanahoria.

La serie de mayor éxito de Ana Punset llega con un nuevo formato: ¡un primeras lecturas del Club de las Zapatillas Rojas! Lucía tiene las mejores amigas del mundo: Frida, Bea y Marta. ¡Son inseparables! O, por lo menos, eso creía... Ahora que Marta y su familia se van a vivir a Berlín, su amistad está en peligro, pero pronto las cuatro amigas decidirán fundar un club que les permitirá estar unidas para siempre: EL CLUB DE LAS ZAPATILLAS ROJAS

Un libro para niños de la renombrada autora mexicana Elena Poniatowska. En Santa Isabel Tola pasa un acueducto, y cuentan que es de lágrimas porque la Llorona lloraba toda el agua que lo recorre. Ahí vive Fernando Alonso, cuyo padre muere de un tiro y a su madre "por estar llorando la pérdida", se le olvida ir por su hijo a la salida de la escuela. Entonces, Fernando camina hasta las torres de Luz y Fuerza del Centro, sigue los cables que se estiran en lo alto y, ya cansado, se detiene en un parque de columpios y resbaladillas. "Ahora sí, ya nunca voy a llegar a mi casa", pensó. Pero...