¡Hola, Morris!

Cuando Rayujo va a despertar a Morris justo a mitad de un ronquido, no se puede creer lo que ve: ¡su hermano ya está despierto! El mapache Morris puede conseguir cosas grandiosas y morrocotudas, pero, esta vez, no tiene ni pizca de sueño y no quiere hacer ninguna hazaña... ¡Ni siquiera a cambio de chocolate! ¿Cómo se enfrentarán todos sus amigos a esta historia patas arriba?

A la familia de brujos ha llegado un nuevo miembro y Malvadita no lleva muy bien eso de que sus papás solole hagan mimos y hechizos al brujito intruso. ¿Estará celosa? A pesar de lo que diga, ella se divierte mucho en casa y se parte de risa con su particular familia embrujada.

A Catalina no le gustan las despedidas. Siente algo raro cada vez que se pone el sol, se vuela su globo, se le cae un diente o su papá apaga la luz, pero comprenderá que algunas cosas tienen que marcharse para que otras igual de bonitas, divertidas y reconfortantes puedan llegar.

Esther ha cumplido 11 años y ya está en 5o de Primaria, donde sigue hablando con sus mejores amigas sobre las cosas importantes de la vida: los chicos más molones y el look más rompedor. Pero también surgen nuevos interrogantes vitales: qué es Dios, qué es el terrorismo y por qué el mundo funciona de un modo tan raro.

Vuelve el robot más irreverente de la galaxia, el mismo que salvó a los robots de un definitivo ataque alienígena definitivo. Y como se ha venido arriba, ha decidido meterse en política.

Una historia gráfica muy emotiva con conmovedoras y divertidas historias reales sobre cómo vivir los últimos días de nuestra vida. Un enfermero que transforma el dolor en un canto a la vida. “¿Qué queda por hacer cuando ya no hay nada más que hacer? Queda añadir vida a los días, ya que no podemos añadir días a la vida.” Divertidas viñetas para reír y llorar a partes iguales que recogen las experiencias más tiernas y conmovedoras de un enfermero de cuidados paliativos y sus pacientes. Páginas llenas de amor y humor que rebosan dignidad y respeto. Un canto a la vida y a la...

The man in the moon outwits the police in several escapades on Earth with the help of his waxing and waning powers and the friendship of a 300-year-old scientist.