La Corona y la Espada

El salón gris perla, donde recibía las visitas el cardenal-arzobispo, estaba guarnecido con maderas talladas, y fue decorado en tiempo de Luis XV. Descansaban sobre los ángulos de la cornisa figuras de mujer entre varios trofeos. El espejo de la chimenea, rajado transversalmente, se hallaba cubierto, en su parte baja, por un terciopelo carmesí, sobre el que realzaba su blancura nivea una imagen de Nuestra Señora de Lourdes con su lucido manto azul.

Las amigas de los martes se citan en un balneario, y esta vez deberán superar una dura prueba para su voluntad y para su amistad.

No creo en tu fidelidad: "La almohada sola. La cabeza de Rafa hacía una compañía enorme y su cuerpo y sus besos y caricias. Rafael resultaba demasiado posesivo. Pero a ella le gustaba que lo fuera. También le gustaba pensar en sí misma. ¡Quién iba a decirle que Kico Entrialgo iba a estar allí destinado de notario...! Había casualidades molestas. No por ella, claro. Por el pasado y por Kico mismo. Ella no tenía la culpa de nada. Es decir, sólo de haberse equivocado."

This sensational piece of love and death is totally veridic and shows the cruelty of a slave country by a dictator who without mercy oppress and kill the people from hunger, thirst, and injustice, violating the human rights, taking the Cuban people to suicide through the need and desperation. This book shows the real life of Cuba; it shows how the people is tortured, and without hope that one day they could be free or liberated from the yoke that make them die prematurely through suicide. And each day, the oppression against Cubans’ human rights grow. This book shows the inequality in Cuba...